sábado, 16 de mayo de 2009

Segundo Encuentro Nacional de Campesinos pobres de la Argentina


Se realizará en Resistencia, Chaco, los días 16 y 17 de mayo
Segundo Encuentro Nacional de Campesinos pobres de la Argentina

Lugar: Escuela Lino Torres (Av. Sarmiento y Av. Lavalle)



Invitación

Invitamos a las distintas organizaciones, movimientos y grupos de campesinos, al Segundo Encuentro Nacional de los que trabajamos la tierra con nuestras familias y en ocasiones tenemos que trabajar afuera para poder sobrevivir.

Somos la mayoría en el campo, a pesar del éxodo que lo desangra, donde nuestros hijos terminan en las villas de las grandes ciudades buscando un trabajo que no hay. Trabajamos pequeñas parcelas, mayoritariamente que no son propias, en campo ajeno, en tierras fiscales cuyos títulos no nos dan o en las orillas de los caminos. Somos hombres, mujeres y jóvenes. Criollos, originarios, gringos y hermanos de países vecinos, que agachamos el lomo de sol a sol, que queremos un futuro en el campo para nosotros y para nuestros hijos y nietos y no estamos dispuestos a seguir viviendo así.

Con la política del gobierno de los Kirchner, la soja pasó de 12 millones de hectáreas en el 2003 a 17 millones en el 2008. La producción de soja pasó de 35 millones de toneladas a 48 millones. En 5 años aumentaron 5 millones de hectáreas sembradas y 13 millones de toneladas de soja. Con esta política sojera agroexportadora de monocultivo, le dan la espalda al mercado interno y se van perdiendo producciones tradicionales muy necesarias como la ganadería, la lechería, el trigo, el maíz, el algodón, entre otros, para ser reemplazados crecientemente por la soja y en algunas zonas por la forestación.

Es una política que impulsa la producción en el campo a gran escala, con grandes extensiones de tierras y gran tecnificación, todo el resto sobra.

Se benefician los grandes terratenientes y los grandes pules sembradores. Esta producción está concentrada en menos del 3 por ciento de los grandes que producen el 60 por ciento de la soja. También se benefician los grandes monopolios extranjeros que venden las semillas y agroquímicos y las grandes exportadoras que venden la producción afuera.

Estos sectores avanzan descontrolados en los desmontes de miles y miles de hectáreas, se desalojan y expulsan campesinos y comunidades originarias enteras, se desvían los ríos de todos los argentinos para el riego privado, se contaminan las aguas con las fumigaciones aéreas, arruinando las pocas siembras vecinas y matando los pocos animales que algunos tienen. Se gastan los suelos y crecen los terratenientes y los pules sembradores y cada vez más extranjeros se quedan con nuestra tierra, llegando ya a 17 millones de hectáreas.

Hoy, 6.200 explotaciones, que son el 2% del total, tienen el 53% de la tierra, con 93 millones de hectáreas. Mientras 372.000 explotaciones, que son el 98% del total, tienen el 47% de la tierra, con 82 millones de hectáreas.

Nosotros somos los ignorados de la política nacional de los distintos gobiernos. Somos decena de miles en el campo, junto con los obreros rurales, pero no existimos hasta las elecciones donde nos visitan otra vez con promesas. Como sector productivo, los gobiernos no nos tienen en cuenta, somos los minifundistas, los banquineros, los sin tierra. Un sector que molesta en el campo, para el avance de los grandes.

Para nosotros tienen una política asistencialista y selectiva para algunos, con la Subsecretaría de Desarrollo Rural y los Foros de Agricultura Familiar. Desde ahí tratan de entretenernos con la elaboración de proyectos “productivos” y fundamentalmente con el autoconsumo. Son ellos los que evalúan y deciden cuáles proyectos salen y cuáles no, a quiénes le dan y a quiénes no. Crean así una diferencia entre los que no reciben nada, con los que recibieron algo, creciendo la desconfianza, dificultando la unidad y favoreciendo la división o el desánimo y la paralización o subordinación de muchas organizaciones.

Nos quieren sacar de nuestras producciones tradicionales diciendo que no son viables, para no tener que apoyar las mismas como hacen todos los países del mundo. Para nosotros nunca alcanza la plata, hay solo monedas, mientras para los grandes monopolios y terratenientes hay millones para subsidios o para pagar la deuda externa.

Con las retenciones pusieron en una misma bolsa a los chicos, los medianos y los grandes, tratando de recaudar fondos. Con esta política los chicos y los medianos se tendrán que ir del campo y concentrarán más tierra los terratenientes y pules sembradores y se funden las economías regionales. Por eso hace un año fuimos parte de la más importante rebelión agraria que conmovió al país.

Muchos de nosotros participamos en esa lucha, algunos estuvimos con nuestras organizaciones, otros lo hicimos sueltos y desorganizados. Al calor de la rebelión agraria se creó la necesidad de que los pobres tengamos una organización nacional que nos permita unirnos, coordinar nuestras necesidades, luchas y programas, confluyendo con otros sectores del campo con los que podemos unirnos y con otros que podemos golpear al gobierno juntos, con independencia.

Es por ello que en el Primer Encuentro de La Plata vimos la necesidad de esta nueva convocatoria para organizarnos a lo largo y ancho de la Argentina en forma independiente del estado, los gobiernos, los partidos políticos, las ONGs y los otros sectores del campo. Con programa propio nacional basado en la lucha por la tierra y por tipo de producción regional con nuestras necesidades y empujar la lucha con nuestras organizaciones independientes para cambiar esta historia de penurias y sufrimientos.

Los saludamos fraternalmente y los esperamos en Resistencia, Chaco, los días 16 y 17 de mayo próximo.





Néstor Villacorta de la Asociación de Medieros y Afines (ASOMA) de La Plata

Mártires López de la Unión Campesina de Chaco


en nombre de la Mesa Provisoria de Coordinación Nacional
elegida en el Primer Encuentro

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